domingo, 27 de octubre de 2013

Cazando perdices para comer

Nos pasamos la vida buscando ese final feliz, tomamos decisiones y mas decisiones esperando escuchar ese "y vivieron felices..." sin saber si conseguiremos llegar algún día o se quedará en una simple pestaña llena de deseos sin cumplir. Esperamos escoger la opción adecuada, el momento perfecto,  la persona que compone nuestra media naranja. Pero, ¡qué demonios!, no podría ser otro momento más perfecto, simplemente porque no podría ser otro momento más que ese. Ni otra persona. Ni otra opción. Debemos aprender que cuando tomamos una decisión, tomada queda, para bien o para aprender de ella. Dejar de martirizarnos con todos esos "y si"s que sólo nos hacen perder el tiempo sin dejarnos sacarle todo el jugo al presente. Hay que hacer que cada día,  cada momento, cuente. Hacerlos diferentes y especiales y apreciar su verdadero valor. Porque segundos que se fueron nunca vuelven, y opciones que desechamos nunca estuvieron destinadas a hacerse realidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario