martes, 18 de marzo de 2014

Viajar.

Sentir ese cosquilleo en el estómago cuando te acuestas la noche antes de emprender un viaje. Cerrar los ojos e imaginar lo increíble que va a ser cada momento, la de sitios que vas a ver, la de gente que vas a conocer. Esa ilusión mientras vas tachando abalorios en una lista, para acabar metiendo cien mil "por si"s en la maleta que te obligarán a sentarte encima para poder cerrarla. La cámara, el mapa, el rotulador rojo de la ruta, la libreta, los pasatiempos, las gafas de sol, las ganas y la sonrisa puesta. Probablemente las únicas mañanas que no  cuesta madrugar y que saltas de la cama dando un salto mortal. 

Lo echo de menos. Quiero un viaje. No importa a dónde, cómo, ni con quién. Sólo irme, desconectar, conocer, compartir, vivir, reír y coleccionar recuerdos imborrables. Porque no importa si es bueno, malo, con suerte o con las más catastróficas desdichas... Al final siempre será una gran experiencia inolvidable :)

2 comentarios:

  1. Ya sabes que para este verano estoy buscando a alguien con quien compartir una aventura, pequeña Bilbo.

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  2. Sabes que siempre es un placer viajar contigo :)

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