martes, 11 de marzo de 2014

Cuando vuelves

Supongo que abandonas un poco un blog cuando tu vida se acelera y apenas tienes tiempo para respirar.  Cuando se suceden planes, estudios y algo de burocracia para complicarlo todo. Supongo que lo abandonas cuando eres sencillamente feliz, demasiado ocupada en aprovechar cada momento como pararte a escribir sobre ello. Pero creo que eso merece la pena, siempre fue mas importante vivir para contarlo que contarlo a secas.
Y también supongo sé que vuelves a él cuando una inquietud se cuela por un resquicio y llega hasta tu alma. Cuando alguien abre esa caja de Pandora y revoluciona tu tranquilidad sin saberlo. Y cómo toca la moral que vuelvan a desequilibrar tu feliz y loca vida. La pregunta es: ¿Hasta qué punto le dejarás entrar esta vez?

Y es en este barullo de pensamientos y rayadas varias cuando sientes la presión de todo lo que tienes dentro y que pugna por salir. Cuando sientes que tienes ganas de patalear y gritar y montarte en una montaña rusa a darlo todo. Entonces llega ese punto de inflexión donde ves la luz al final del túnel de emociones en forma de pluma y papel (o teclado y pantalla,  según se mire) y dejas volar tus dedos casi inconscientemente una vez más, sin pararte a pensar demasiado en lo que escriben,  simplemente dejando fluir entre palabras todo lo que tu alma calla. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario