jueves, 15 de diciembre de 2011

LookingBack

Es increíble como pasa el tiempo. Hace nada llegaba a Cádiz con un maletón, el estómago encogido y me despedía de mi familia con lágrimas en los ojos. Y de repente aquí estoy, más que acostumbrada a los horarios imposibles, a los trenes, a la gente... A dos días mal contados de Navidad, deseando volver a casa a comer mantecaos y a sentarme calentita con la familia.
Ahora, que vuelvo la vista atrás a aquellos primeros días de dudas, de incertidumbre, de no saber si conseguiría seguir teniendo contacto con mis amigos, si la amistad sería mas fuerte que la distancia, si el amor conseguiría pasar esa barrera, si se enfriaría la relación o no seríamos capaces de adaptarnos. Cierto es que aún no soy capaz de venirme desde Granada sin dejar que un par de lágrimas solitarias resbalen por mis mejillas, pero cuando llego a mi resi y me veo envuelta en ese ajetreo, en las movidas, en las risas, las bromas...  Entonces me doy cuenta de que a ellos también los echo de menos, de que me gusta estar aquí, liándola con los que en este pequeño pueblo son ya mi familia... <3    




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