jueves, 8 de diciembre de 2011

Sleeping Day

Esos días que te levantas tarde, emperrada, sin ganas de hacer nada, que miras al bulto con ojos que tienes al lado (también llamado novio) que está aún más perezoso que tu, total y completamente sopa. Que abres un ojo pensando en levantarte y hacer algo productivo, y antes de que se haya terminado de formar la idea ya te estás dando la vuelta y borrándola de tu mente. Esos días que solo apetece tirarte en el sofá con palomitas a ver una peli tras otra, o dormir hasta que tu cuerpo no admita más horas de sueño, o darte un baño calentito escuchando música sin hacer nada más...Y es que a veces una tarde, una mañana o un día de estos están bien, tambien hay que tomarse un respiro, un tiempo para perderlo, pero hay que tener cuidado de que no se convierta en rutina, porque, queridos amigos, el tiempo es oro y cada segundo que desperdiciamos o pasamos sin hacer nada es un segundo perdido, que no va  a volver nunca y hay que aprovechar cada uno de ellos al máximo, siendo feliz a cada momento y disfrutando cada uno de esos instantes para que sea mágico e inolvidable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario