domingo, 10 de noviembre de 2013

Yo creo en ti, yo creo en mi.

Una de esas tardes de domingo, con peli, manta y chucherías varias. Apalancamiento en el sofá, suave melancolía en el ambiente y unos apuntes que no hay ganas de mirar. Una canción que sopla suave sus notas, llenándote de fe, y qué mejor momento para cerrar los ojos, dejar que te invada y escucharla que esta tarde de domingo :)


Creo que la fuerza está en la mente, 
creo que el poder está en la gente. 
Lo que no creo es en las urnas ni en los votos, 
pero creo en ti, creo en mí, creo en nosotros. 
Por creer creo que todo es posible, 
hasta la utopía de ser libre. 
Infalible, el tiempo es insaciable, 
la vida es increíble, la muerte insobornable. 
Creo, que el mundo es un recreo, 
que la vida es un paseo y no un trofeo, 
y creo en los amigos, en los ángeles caídos, 
Dios escribe recto usando renglones torcidos. 

Creo en miradas, creo en el amor que me das, 
no vengo solo, mi familia es lo que traigo detrás. 
No sé de política ni de derecho, 
sé de la química que late bajo el pecho. 
Creo en lo que siento y lo que intuyo, lo mío es tuyo, 
sin maquillaje, luchar con coraje vivir con orgullo. 
Creo que se puede vencer al fuerte, 
dejar de engañar a la suerte, dejar de correr y temer a la muerte. 
Vivir como seas, 
ir y venir como la luna y las mareas, besando las azoteas. 
Pa' que veas, creo que el coraje vence al miedo, 
el ahora luego, el agua al fuego, el corazón al ego. 

También creo en la música, pájaros de papel, 
y en las canciones que te abrasan y traspasan la piel. 
Y en las promesas que se hacen a la cara, 
creo en el dolor que nos une, no al color que nos separa. 
Creo que está loco, este mundo loco, 
creo en lo que veo y lo que toco, en aprender si me equivoco. 
Creo en el deseo y en su templo, 
dejarse la vida luchando pa' intentar vencer al tiempo. 
Y si la vida es juego yo me juego el resto, 
tuyo y mío hermano, mira, el mundo es nuestro. 
Por supuesto aún tengo mucho que aprender, 
hoy brindo por los errores que quedan por cometer. 

Por repetir, la vida es insistir, resistir, 
exprimir el elixir del existir. 
Llorar y reír, como el niño que atesora, 
porque nunca hubo más presente que el ahora. 
No caeré si sigo sin perder la fe, 
más allá de un Dios hay más en que creer. 
Mi razón para existir, mis ganas de vivir, 
yo creo en ti, yo creo en mí. 

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