domingo, 16 de diciembre de 2012

Soy Satanás, soy la Cenicienta

Es increíble como a veces cerramos los ojos a todo aquello que no queremos ver. No queremos pensarlo, obviamos las preguntas y más aún las respuestas que sabemos que conllevan. Posponemos el momento, aunque sabemos que tarde o temprano tendremos que enfrentarnos a ellas. Cada vez más se van abriendo paso en nuestra mente, conforme la realidad va entrando en ella poco a poco. No está mal de vez en cuando hacer escapadas agarrándonos a la cola de una estrella fugaz, pero como dice la palabra, fugaces son las estrellas, y al final tenemos que acabar abriendo los ojos y asumir que, por muy fuerte que los cerremos, la cruda realidad sigue ahí, esperando a que reunamos el coraje suficiente para enfrentarla. 



" Un día quiero dejar el mundo entero por ti, la misma noche me aburro y no eres para mí, como quisiera tenerlo tan claro como lo tienes tú "

No hay comentarios:

Publicar un comentario