martes, 18 de diciembre de 2012

Incontenible

Hablo de ese momento en el que la verdad te abofetea. En el que empiezas a ser consciente de las cosas. Ese en el que, por un instante, te falta el aire y sientes el peso ¿de qué? ¿Responsabilidad? No lo sé. Sólo que es en ese momento absurdo en el que no contienes las lágrimas que ruedan al fin libres por tus mejillas y el hipo se apodera de tu respiración. Ese momento en el que las carcajadas irónicas con un deje histérico fluyen de tu garganta. Ese momento en el que se funden la risa y el llanto. Ese en el que se hace real la clásica expresión de no saber si echarte a reír o a llorar. Justo ese, en el que expulsas la tensión acumulada, y que desemboca en un ansiado sueño profundo y reparador. 

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