miércoles, 14 de agosto de 2013

Desaparecer

Siempre se me ha dado bien liarla. Salir, beber, el rollo de siempre y liarla. Así, tal cual. Pero hoy me he superado. Creo que he batido mi récord,  o puede que no, porque tuve una adolescencia que telita. Aunque desde luego que los 16 no son los 20 y ya era para que hubiera madurado un poquito. Para que hubiera aprendido de mis errores y dejar de tropezar con la misma piedra. Pero no, parece que me gusta abrazarla, correr hacia ella y rodar por el suelo haciendo la croqueta sobre sus aristas. Y luego extrañarme de que me duele.

Y luego es cuando llegan las consecuencias. Cuando tienes que mirar a tus actos a la cara, saludar y pagar cada una de las cuentas pendientes. Porque el momento siempre llega por mucho que lo evites y muchos rodeos que des. Y es que a mi solo me falta sacarle los ojos para joderle la vida un poquito más. Lo que quiere decir que ahora me toca agachar las orejas y desaparecer un tiempo, porque siempre acabo haciendo daño a quien mejor se ha portado conmigo. Luego lloro. Pues joder rubia aprende ya de una puta vez y ahorra lágrimas. Que ya está bien. Madura y empieza por hacer las cosas bien, que ya no tienes 15 años. Y sabes que si fueras un poquito menos de impulsos y un poquito más de pensar, te ahorrarías una pila de malos ratos para ti y los que te rodean. Asi que piensa y luego actúa, y no al revés, que siempre tienes que ir cabeza abajo y contracorriente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario