El cielo se tiñe de color carmín mientras el sol desciende lentamente dejando avanzar a la noche más corta del año, una noche mágica, difuminada por el humo de las hogueras que asciende hacia el cielo, llevándose con él los deseos garabateados en papel, apuntes y libros hechos cenizas y chispas de ilusión adolescentes por el inicio de un nuevo verano, lleno de expectativas y planes increíbles. Una noche en la que bañarse y saltar por encima del fuego se ha convertido ya en tradición y en la que no falta el reunirse con viejos amigos para celebrar que otro curso se acaba y que empiezan tres meses de locuras inolvidables. Una noche que acabará con más de una historia que contar, con más de una anécdota memorable y algún que otro nuevo amigo conocido en medio de todo el tumultuoso barullo de gente que deambula por la playa.
San Juan, la noche más esperada del año por muchos, donde todo lo negativo arde en llamas quedando reducido a cenizas cuando el amanecer despunta, sorprendiendo a unos ojos brillantes por el sueño y la felicidad reunidos alrededor de los restos de una hoguera quedando tan sólo los buenos propósitos y expectativas ante la nueva estación que, iniciada dos días atrás, promete ser legendaria.
"Sonríe, llora, para y tómate un momento para respirar, levántate tarde, sal por las noches, siéntate en casa y simplemente ve la televisión. La vida puede ser un encantador cuadro si la pintas de esta manera, empieza hoy, justo ahora. Si nunca lo hiciste, y nunca lo harás de nuevo, vive como si no hubiera un mañana, no importa quién seas, hazte un favor y vive como sepas, ama como sepas, porque solo tienes una vida. Aprovéchala."
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