Se pintó suavemente los labios con su mejor carmín y se enfundó sus zapatos de tacón.
Deslizó hacia arriba la cremallera de un vestido lleno de orgullo y levantó el mentón al mirarse al espejo. Estaba cansada de remilgos y arrepentimientos, al fin y al cabo, qué más daba. Una historia siempre tiene tres versiones, la de una parte, la de la otra y lo que realmente pasó. Así que decidió ignorar las historias remendadas, los recuerdos agridulces y estúpidos rencores. Hoy le daba todo igual, quemó ese capítulo mientras el ron le calentaba las venas...
sábado, 21 de septiembre de 2013
Burn
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario