Se le da bien poner barreras. Es capaz de levantar un muro
en cuestión de segundos. No le gusta que se entrometan demasiado. Sus
sentimientos son suyos y muchas veces prefiere guardárselos para sí. Orgullosa,
o quizá sólo quiere que no le hagan daño. Prefiere esconderse en su fortaleza
de cristal. No es frágil, pero quizá
porque no deja que nadie se implique lo suficiente como para que la rompa. Quién
sabe. Ni siquiera ella lo tiene claro. Simplemente le gusta poner el límite. Es
buena amiga, escucha, quiere, ríe, siente. Pero siempre con su límite. Dentro
de la seguridad. De la sonrisa imborrable.
Y le preocupa. Le preocupa que alguien vuelva a encontrar la manera de entrar. Y más aún le preocupa no
poder evitarlo, o darse cuenta cuando ya es demasiado tarde. Prefiere no
pensarlo demasiado y seguir irguiéndose en su frío trono de cristal aferrada con fuerza a los reposa-brazos… Al menos mientras pueda.
Te echo de menos...tus locuras y tu alegría...
ResponderEliminarB
Yo echo de menos contartelas y que me pongas algo de cabeza... y esos Magdalena por favor! Tengo ganas de verte...
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