Esos besos que empiezan con un "te he echado de menos", llenos de ternura, de cariño, de amor sincero. Ésos que llegan a un punto en el que empiezan a tornarse carnales, ardientes, lamiendo con sus llamas el alma, devorando todo lo que encuentran, estallando en deseo contenido. Ésos, que te dejan jadeante y con ganas de más. Ésos que funden, que unen, que reflejan la necesidad del uno por el otro. Esos besos son los que tanto echo de menos...
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