Las personas tenemos una gran virtud o un gran defecto, y es que necesitamos sentirnos queridos, realizados, llenos. Y no estoy hablando de conocimiento, sino de sentimiento, que no es lo mismo. Sabemos que nuestros padres nos quieren, nuestros amigos o nuestra pareja, podemos tener ese conocimiento, sin embargo, eso no es lo importante. Lo que nos resulta imprescindible es sentirnos queridos, protegidos, acompañados, sentir que realmente le importas a alguien. Y recalco que no es lo mismo que saberlo, el conocimiento de que una persona nos quiere no es suficiente, necesitamos que nos arrope y nos lo demuestre aún con pequeños actos tontos que nos hagan sentirnos importantes. Somos así de idiotas, muchas veces, sin poder evitarlo.
Necesitamos siempre esa reciprocidad. Ese alguien que te gustaría que, cuando estás al borde de un precipicio, aparezca de golpe y de frente para decirte "venga, hazte un peta, y me lo cuentas".
ResponderEliminarNo me parece en absoluto idiota. Bueno, en realidad sí, porque hay que serlo para querer ser querido. La magia de lo humano está, sin duda, en la idiotez.
www.youtube.com/watch?v=utlUP37rM0g
Hazte un peta y me lo cuentas ;)
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